Vacaciones útiles en “La Esperanza”

El día lunes, 17 de enero se inició el ciclo vacacional en el Centro de formación “La Esperanza” que duró seis semanas. Se inscribieron un promedio de 15 niños y niñas entre 5 y 11 años del mismo barrio La Esperanza. Los ejes principales que se trabajaban en esas vacaciones eran reforzamiento en comunicación y matemáticas, valores, manualidades y arte. De lunes a viernes se trabajó de 3.15 hasta las 6.00 de la tarde, iniciando la tarde con dinámicas, canciones y el revision de tareas. Siempre se trataba de encontrar canciones relacionadas con el tema, así que aprendimos la canción de los caballitos, del Gato Ron Ron, de la Ranita Luciana, De colores es el Arco Iris y muchas más. Las primeras tres semanas se dedicaban eminentemente al reforzamiento en lectura y escritura. Se empezó a leer algunos cuentos con los niños, siempre a manera de juego para que comprendan el gusto que nos puede dar la lectura. Vinculado con el tema, los niños cocieron sus pantuflas para entrar a la sala de lecturas y construyeron los personajes del cuento “El gato y el ratón”. El 14 de febrero celebramos el día de la amistad con canciones, un refrigerio y la entrega de los regalitos hechos por cada uno de los niños. La segunda parte de las vacaciones se trabajaba por lo general matemáticas y arte. Aunque también participaron niños del jardín, todos aprendieron algo de multiplicaciones, cantando la canción “La tabla del doce”. Para superar las grandes diferencias académicas debidas a las edades distintas de los niños, se les daba cada día una pequeña tarea para la casa, según su nivel de estudios. Un día, todos aprendimos a bailar marinera y se hizo un concurso de baile de huayno. La última semana se trabajaron proyectos bajo del tema “Educación – una oportunidad para todos”. Separados por edades, tres grupos elaboraron proyectos con los títulos “Teatro para el medio ambiente”, “Comer sano y nutritivo” y “Aprendemos los valores”. Se incluyeron los campos matemáticas, comunicación, medio ambiente y valores. Al final los niños participaron de un teatro con títeres sobre cómo cuidar el medio ambiente, un cuento con máscaras hechas de papel; una exposición con teatro de cómo comer sano y portarse en la mesa además de compartir de una deliciosa ensalada de frutas. El día de la clausura se entregaron todas las cosas hechas por los niños y se premiaron algunos niños que habían mostrado un buen avance en su comportamiento. Concluyendo se puede decir que se podía notar un progreso en cada niño o niña, sea en cuanto a su nivel académico, su comprensión lectora o su conducta social.